La mano tiene múltiples articulaciones que trabajan en conjunto para permitir el movimiento de los dedos y realizar las actividades de la vida diaria. Cuando estas articulaciones son afectadas por la artritis, se pierde movilidad y se afecta la calidad de vida.
Una artritis se define como la inflamación de una o más articulaciones, que puede tener diversas causas.
Anatomía
Las articulaciones normalmente se mueven fácilmente debido al cartílago articular. Este cartílago cubre los extremos de los huesos y proporciona una superficie de deslizamiento para la articulación. Dicho cartílago está lubricado por un líquido (líquido sinovial) producido por una membrana que recubre el interior de las articulaciones, la membrana sinovial.
Descripción
La artritis es la inflamación de una o más de sus articulaciones. Las formas más comunes de artritis son:
- La osteoartritis es la forma más icomún y afecta a las personas de edad avanzada. También es conocida como artritis degenerativa y se produce cuando el cartílago articular se desgasta.
- La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que puede afectar la membrana sinovial produciendo su inflamación, causando dolor y rigidez en la articulación afectada.
- La artritis postraumatica ocurre cuando se producen lesiones o fracturas que dañan la superficie articular. Incluso con tratamiento adecuado, es más probable que una articulación con una lesión previa desarrolle artritis.
Cuadro clínico
Los signos y síntomas más comunes de la artritis de la mano son:
- Dolor en la mano después de períodos prolongados de uso de la misma.
- El dolor puede presentarse por la mañana y suele acompañarse de rigidez.
- En la enfermedad avanzada, el dolor puede despertar al paciente durante la noche.
- El dolor puede ser empeorado con el uso y aliviado por el descanso.
- Deformidad articular, como en la artritis reumatoide.
- Inflamación de la articulación afectada.
- Aumento de la temperatura de la articulación afectada.
- Crepitación o “tronido” de las articulaciones.
- Limitación de la movilidad e incapacidad funcional.
Después de preguntarle sus antecedentes personales, su ortopedista le preguntará desde cuando iniciaron sus síntomas, si se alivian o agravan con el movimiento, si ha teñido fiebre o si tiene alguna otra manifestación. Además le preguntara si en su familia existe alguna enfermedad como la artritis reumatoide.
Su ortopedista podría realizar algunos test diagnósticos para descartar algunos diagnósticos diferenciales.
Estudios complementarios
- Rayos X. Las radiografías muestran estructuras densas, como el hueso. Pueden mostrar diversas alteraciones según la causa de la artritis. Dichas alteraciones nos pueden orientar hacia alguna causa.
- Resonancia magnética. Por lo general no es necesaria, excepto en los casos en que la enfermedad de Keinbock (una condición donde el suministro de sangre a uno de los pequeños huesos en la muñeca, el semilunar, se interrumpe).
Tratamiento conservador
Las opciones de tratamiento conservador para la artritis de la mano y la muñeca incluyen:
- Cambios en el estilo de vida, como evitar realizar las acciones que empeoran sus sintomas.
- Fármacos modificadores de la enfermedad. Son fármacos útiles en la artritis reumatoide que modifican la evolución de la enfermedad y evitan su progresión y secuelas. Un ejemplo es el Metotrexato.
- Antiinflamatorios. Los medicamentos tratan los síntomas de la artritis, pero no pueden restaurar el cartílago articular o el daño de las articulaciones ya establecido. Los medicamentos más comunes para la artritis son los antiinflamatorios, que incluyen medicamentos como el paracetamol e ibuprofeno.
- Inyección o infiltración. Cuando el tratamiento con medicamentos antiinflamatorios no es suficiente. Se inyecta un anestésico y un esteroide, que pueden proporcionar alivio del dolor durante semanas o meses.
- Férula o aparatos ortopédicos. Pueden ayudar a apoyar la articulación afectada, aliviando el estrés que se produce con su uso.
- Terapia física. Ciertos ejercicios pueden ayudarle a mejorar su movilidad y su calidad de vida. Algunas veces necesitará de un fisioterapeuta.
Tratamiento quirúrgico
Si el tratamiento conservador no proporciona alivio, la cirugía puede ser una opción. Existen diversas opciones quirúrgicas y su elección debe adaptarse a las necesidades individuales del paciente.
Algunas de las opciones quirúrgicas son:
- Prótesis de la articulación de dedo.
- Artrodesis, fusión de la articulación afectada.
Rehabilitación
Usted será referido a un fisioterapeuta especialidado en la mano, que le ayudará con su recuperación.
Durante este período postoperatorio, es posible que tenga que modificar las actividades para permitir que la cirugía de la articulación cure de forma adecuada.
La duración del tiempo de recuperación varía ampliamente y depende de la extensión de la cirugía realizada y de múltiples factores individuales. Sin embargo, la mayoría de los pacientes pueden regresar a la mayoría de sus actividades normales previas después de tres meses de la cirugía.