Las bursas son pequeños sacos membranosos que se encuentran en todo el cuerpo, incluyendo alrededor del hombro, codo, cadera, rodilla y talón. Contienen una pequeña cantidad de fluido y se sitúan entre huesos y tejidos blandos, actuando como cojines para reducir la fricción.
La bursitis es la inflamación de una bursa. Hay dos bursas en la cadera que típicamente se irritan e inflaman.
- Bursitis trocanterica: bursa que se localiza sobre una prominencia ósea del fémur, llamada trocánter.
- Bursitis del Iliopsoas: está bursa se encuentra cerca de la ingle. Su inflamación produce dolor en el área de la ingle. Es menos común.
Cuadro clínico
El principal síntoma de la bursitis trocantérica es el dolor en la región de la cadera.
- El dolor generalmente se extiende hacia la parte externa del área del muslo.
- El dolor empeora por la noche, cuando se está recostado sobre la cadera afectada o al levantarse de una silla después de estar sentado por un largo tiempo.
Factores de riesgo
La bursitis de cadera puede afectar a cualquier persona, pero es más común en mujeres y personas de mediana edad o ancianos.
Los siguientes factores de riesgo se han asociado con el desarrollo de la bursitis de cadera.
- Lesiones por estrés repetitivo o uso excesivo, como al correr, subir escaleras, andar en bicicleta, etc.
- Lesión de cadera. Una lesión en el trocánter de la cadera puede ocurrir cuando se cae sobre la cadera.
- Enfermedad de la columna vertebral. Se incluye la escoliosis, artritis de la columna lumbar, etc.
- Artritis reumatoide. Esto hace que la bursa tenga más probabilidades de inflamarse.
- Cirugía previa. La cirugía de la cadera o prótesis de la cadera pueden irritar la bursa y causar bursitis.
Examen médico
Para diagnosticar la bursitis de cadera, su ortopedista realizará un examen físico completo, buscando la presencia de dolor en la zona del trocánter de su cadera.
Su ortopedista realizar pruebas adicionales para descartar otras posibles lesiones o condiciones. Estas pruebas pueden incluir estudios como rayos X y resonancia magnética (MRI).
Tratamiento conservador
Es el tratamiento inicial para la bursitis de cadera. El tratamiento incluye:
- Modificación de la actividad. Evite las actividades que empeoran los síntomas.
- Antiinflamatorios no esteroideos. El ibuprofeno y el naproxeno pueden aliviar el dolor y controlar la inflamación.
- Dispositivos ortopédicos. Uso de bastones o muletas durante una semana o más puede ser necesario.
- Terapia física. Son ejercicios para aumentar la fuerza y la flexibilidad de la cadera y otros tratamientos como terapia de balanceo (masaje), hielo, calor o ultrasonido.
- Inyección de esteroides. La inyección de un corticosteroide junto con un anestésico local también puede ser útil para aliviar los síntomas de la bursitis de cadera. La inyección puede proporcionar alivio temporal o permanente. La inyección se puede repetir en caso de ser necesario.
Tratamiento quirúrgico
Rara vez se necesita cirugía para la bursitis de cadera. Si la bolsa permanece inflamada y dolorosa después de haber intentado todos los tratamientos no quirúrgicos, su ortopedista puede recomendar la extirpación quirúrgica de la bursa.
- Una nueva técnica es la eliminación artroscópica de la bursa, un tipo de cirugía donde se elimina la bursa a través de pequeños orificios usando cámara e instrumental especial. Esta cirugía es menos invasiva, y la recuperación es más rápida y menos dolorosa.
- La eliminación de la bursa no hace daño a la cadera, pudiendo funcionar de forma normal sin ella.
Rehabilitación
Después de la cirugía, requerirá un corto período de rehabilitación. La mayoría de los pacientes usan un bastón o muletas durante un par de días.
Prevención
Aunque la bursitis de cadera no siempre puede prevenirse, hay medidas que puede hacer para evitar que la inflamación empeore.
- Evitar las actividades repetitivas que ponen estrés en las caderas.
- Perder peso, si es necesario.
- Mantener la fuerza y la flexibilidad de los músculos de la cadera.