Un desgarro de los músculos de la cadera ocurre cuando uno de los músculos que sostienen la articulación de la cadera es estirado más allá de su límite, produciendo lesion de las fibras musculares.
Cualquier persona puede experimentar un desgarro de los músculos de la cadera, pero ocurren con mayor frecuencia durante las actividades deportivas.
Descripción
Los huesos que componen la articulación de la cadera son:
- El fémur, el hueso del muslo
- El acetábulo, que es parte de la pelvis
Estos huesos sirven de punto de anclaje para varios músculos. Algunos de estos músculos, como los glúteos o el iliopsoas, se mueven desde el abdomen o las nalgas y cruzan la articulación de la cadera, sirviendo como flexores de esta articulación.
En un desgarro de los músculos de la cadera, los músculos y tendones pueden estar lesionados. Los tendones son los tejidos duros y fibrosos que conectan los músculos con los huesos. Este tipo de lesión ocurre con frecuencia cerca del punto donde el músculo se une al tendón.
Clasificación
Los desgarros musculares se clasifican según su gravedad. Una lesión de grado 1 es leve y generalmente se cura fácilmente; una lesión grado 2 es un desgarro parcial del músculo y una lesión de grado 3 es un desgarro completo que puede tardar meses en sanar
Causas
Un desgarro de los músculos de la cadera puede ser:
- Una lesión aguda o repentina por una caída o un golpe directo durante deportes de contacto.
- Lesion por sobreuso, donde se producen por el uso muscular excesivo y el músculo se debilita con el tiempo por movimientos repetitivos.
Los factores de mayor riesgo para un desgarro de los músculos de la cadera incluyen:
- Lesión previa en la misma área
- Falta de calentamiento adecuado antes del ejercicio
- Intentar hacer demasiado ejercicio o realizarlo demasiado rápido
Cuadro clínico
Los síntomas de un desgarro de los músculos de la cadera incluyen:
- Dolor y sensibilidad en el área lesionada
- Aumento del dolor cuando se usa el músculo lesionado
- Hinchazón
- Rango limitado de movimiento
- Debilidad muscular
Examen físico
Su ortopedista le preguntará sobre las actividades que estaba realizando al momento de la lesión; posteriormente examinará su pierna y cadera y aplicará presión a varios músculos en el área y moverá su pierna y cadera en varias direcciones para evaluar su rango de movimiento.
Su médico también le puede pedir que realice una variedad de estiramientos y movimientos para ayudar a determinar qué músculo está lesionado.
Rayos X
Los rayos X proporcionan imágenes de estructuras como el hueso. Su médico ordenará una radiografía para descartar la posibilidad de una fractura por estrés de la cadera, que tiene síntomas similares.
Tratamiento
El tratamiento médico para los desgarros musculares está diseñado para aliviar el dolor y restaurar el rango de movimiento y la fuerza. La mayoría de los desgarros de los músculos de la cadera se tratan sin cirugía.
Tratamiento conservador
Muchos desgarros de los músculos de la cadera mejorarán con el protocolo RICE, que significa: descanso (rest), Hielo (ice), Compresión (Compression) y Elevación (Elevation).
- Descanso. Deberá descansar de la actividad que causó la lesión. Podría ser necesario el uso de muletas.
- Hielo. Use bolsas de hielo durante 20 minutos a la vez, varias veces al día, sin aplicar el hielo directamente sobre la piel.
- Compresión. Para prevenir la hinchazón adicional, use un vendaje elástico de compresión.
- Elevación. Para reducir la hinchazón, reclínese y ponga su pierna más arriba del nivel de su corazón mientras descansa.
Terapia de calor. Después de 72 horas, alternar el hielo con la terapia de calor mediante fomentos con agua tibia puede ayudar a aliviar el dolor y mejorar la amplitud de movimiento.
Programa de ejercicio en casa. Ejercicios específicos pueden fortalecer los músculos de la cadera y ayudar a mejorar la resistencia muscular y flexibilidad.
Terapia física. Si el dolor persiste después de algunas semanas de ejercicio en casa, su médico puede recomendar una rehabilitación física con un fisioterapeuta para mejorar la fuerza y la flexibilidad.
Tratamiento quirúrgico
Las lesiones graves en las fibras musculares en donde existe una ruptura completa pueden requerir cirugía para recuperar la función normal y el movimiento. La cirugía normalmente implica suturar los extremos rotos para volver a unirlos.
Muchos desgarros musculares severos se tratan con éxito sin cirugía. Su médico discutirá con usted las opciones de tratamiento que mejor se acoplen a sus necesidades individuales.