La artroscopía de rodilla, también conocida como cirugía de rodilla o cirugía articular mínimamente invasiva de rodilla, es un tipo de intervención quirúrgica en el área de la traumatología y ortopedia. Actualmente se considera el método diagnóstico y terapéutico de elección de múltiples enfermedades de la articulación de la rodilla.
El Dr. Vilchez podría recomendarle el procedimiento si usted padece alguna de las siguientes enfermedades:
Durante una artroscopía de rodilla se realizan pequeñas incisiones alrededor de su rodilla, a través de las cuales se introduce una pequeña cámara, llamada artroscopio, que sirve para ver dentro de su rodilla. Por estas mismas incisiones también se introducen pequeños instrumentos quirúrgicos para limpiar y preparar la articulación, para posteriormente realizar el tratamiento indicado según la enfermedad que usted presente.
Antes de someterse a una artroscopía de rodilla, su traumatólogo lo valorará de forma integral y le indicará una serie de estudios para verificar que existen las condiciones óptimas para la realización de la cirugía de rodilla
Si usted es menor de 40 años y no tiene enfermedades, los estudios que se le podrían indicar son:
Si usted es mayor de 40 años o tiene algunas enfermedades, los estudios que se podrían indicar son:
Antes de la cirugía será necesario verificar los resultados del estudio y confirmar la viabilidad de la cirugía.
Si en consulta ha indicado que se requiere una artroscopia de rodilla para abordar su afección, es fundamental someterse a una evaluación física exhaustiva. En pacientes menores de 40 años y sin problemas médicos relevantes, se considera suficiente realizar pruebas de sangre que comprendan una Biometría Hemática y Tiempos de Coagulación. Sin embargo, en aquellos pacientes mayores de 40 años o con afecciones médicas, se necesitan estudios complementarios preoperatorios que abarquen una Biometría Hemática, Química Sanguínea, Electrolitos Séricos y pruebas de función hepática, así como una radiografía de tórax y un electrocardiograma.
Previo a la cirugía, es imprescindible que un especialista realice una evaluación preoperatoria para determinar la aptitud del paciente para la cirugía.
Una artroscopía de rodilla tiene una duración de 1 hora, esto dependiendo del tipo de enfermedad que usted presenta y de si existen lesiones asociadas que también requieren de reparación o tratamiento.
Los beneficios de la artroscopía de rodilla incluyen menos dolor después de la cirugía, menos tiempo de internamiento en el hospital y tiempo de recuperación más rápido.
El costo dependerá del tipo de enfermedad, el grado de severidad e la misma, de su nivel de actividad física y de si existen lesiones asociadas que también requieren de reparación o tratamiento.
En caso de sospechar que padece una enfermedad que podría requerir una artroscopía de rodilla, se sugiere consultar para evaluar cuál podría ser la mejor opción de tratamiento para su situación.
Sin importar si su tratamiento requiere o no de cirugía, la rehabilitación juega un papel vital en volver a sus actividades diarias. Un programa de fisioterapia le ayudará a recuperar la fuerza y la movilidad de la rodilla afectada.
Debido a que esta recuperación toma tiempo, usted podría requerir desde 1 a 3 meses antes de que pueda volver a su actividad deportiva habitual después de haberse sometido a una artroscopía de rodilla.
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