La bursitis prepatelar es una inflamación de la bursa en la parte anterior de la rótula, en la rodilla. Ocurre cuando la bolsa se irrita, lo que hace que se inflame y presione las partes adyacentes de la rodilla, además de producir dolor.
Anatomía
Las bursas son pequeños sacos de tejido conectivo que se encuentran en todo el cuerpo, incluyendo alrededor del hombro, codo, cadera, rodilla y talón. Contienen una pequeña cantidad de líquido y se colocan entre los huesos y los tejidos blandos, actuando como cojines para ayudar a reducir la fricción.
Causas
Las causas más comunes de esta enfermedad son:
- Presión ejercida constantemente mientras se está de rodillas por tiempo prolongado, por lo que se relaciona con oficios como: mineros de carbón, jardineros, obreros, etc.
- Un golpe directo en la parte delantera de la rodilla también puede causar bursitis prepatelar. Un ejemplo son los atletas que participan en deportes en los que golpes directos en la rodilla son comunes, como el fútbol, la lucha libre, o el baloncesto.
- Otras personas que son más susceptibles a la condición de incluir a aquellos con artritis reumatoide o gota.
- La bursitis prepatelar también puede ser causada por una infección bacteriana producida por una lesión de la rodilla como una mordedura del insecto, etc.
Cuadro clínico
Los síntomas más comunes son:
- Dolor con actividad en la cara anterior de la rodilla
- Inflamación en la parte delantera de la rótula
- Hipersensibilidad al tacto
- La bursitis causada por la infección puede producir enrojecimiento y aumento de temperatura.
Examen Físico
Después de preguntarle sobre sus antecedentes de importancia, su ortopedista le preguntara cuando inicio el dolor y si este aumenta con el movimiento de la rodilla, si tuvo algún traumatismo y le preguntará por factores de riesgo para desarrollar bursitis prepatelar.
Su ortopedista también hará preguntas con respecto a cualquier signo o síntoma de infección, como fiebre o escalofríos.
Durante el examen físico, su ortopedista inspeccionará la rodilla afectada, palpando su rodilla para localizar el dolor y valorar el rango de movimiento en su rodilla y la comparará con su rodilla sana.
Pruebas complementarias
Rayos X. Los rayos X proporcionan imágenes claras del hueso. Su ortopedista puede ordenarles que se aseguren de que no haya una fractura que esté causando sus síntomas.
La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (MRI) servirán para comprobar si hay otras lesiones en los tejidos blandos.
Aspiración. Si su ortopedista está preocupado por la posibilidad de infección, podría aspirar (extraer líquido con una aguja) la bursa y enviar esta muestra al laboratorio para su análisis.
Tratamiento conservador
El tratamiento conservador suele ser eficaz siempre y cuando la bursa no infectada:
- Descanso. Suspender las actividades que empeoran los síntomas hasta que la bursitis se cure.
- Hielo. Aplique hielo a intervalos regulares 3 o 4 veces al día durante 20 minutos a la vez para reducir la hinchazón de su rodilla.
- Elevación. Eleve la pierna afectada para disminuir la inflamación.
- Medicación. Tome un medicamento anti-inflamatorio, como naproxeno o ibuprofeno para disminuir el dolor y la inflamación.
- Si la hinchazón y el dolor no responden a estas medidas, su médico puede decidir drenar (aspirar) la bursa con una aguja y puede inyectar un corticosteroide, que es un fármaco anti-inflamatorio potente.
- Antibióticos. La bursitis infecciosa se trata inicialmente con antibióticos.
Tratamiento quirúrgico
Drenar la bolsa también aliviar la inflamación crónica. pero si la inflamación continúa, su cirujano ortopédico puede recomendar la extirpación quirúrgica de la bursa. Después de la cirugía, la rodilla debe recuperar su flexibilidad en unos días y las actividades normales pueden reanudarse en unas pocas semanas. La cirugía esta indicada también en bursitis infecciosas que no responden a antibióticos.
Prevención
Se puede prevenir este tipo de bursitis siguiendo estas sencillas recomendaciones:
- Use rodilleras si trabaja de rodillas o participa en deportes de contacto como fútbol, baloncesto o lucha libre.
- Descanse las rodillas regularmente, extendiendo las piernas. También puede considerar cambiar sus actividades de forma regular para evitar el estrés prolongado en las rodillas.
- Aplicar hielo y elevar las rodillas después de un entrenamiento.
