DISFUNCIÓN TIBIAL POSTERIOR

La disfunción del tendón tibial posterior es uno de los problemas más comunes del pie y el tobillo. Ocurre cuando el tendón tibial posterior se inflama o se desgarra, causando inestabilidad del arco del pie, produciendo finalmente pie plano.

Anatomía

El tendón tibial posterior es uno de los tendones más importantes de la pierna. Se origina en la region posterior de la tibia y el peroné y se inserta en la tuberosidad del escafoides, en la cuña medial y en la base de los metatarsianos. Su función principal es sostener el arco del pie al caminar y ayuda a flexionar el tobillo.

Causa

Algunas de las causas de la disfunción del tibial posterior son:

  • Uso excesivo, produciendo un desgarro del tendón. Por ejemplo, personas que practican deportes de alto impacto, como el baloncesto, el atletismo o el fútbol, pueden sufrir lesiones del tendón por el uso repetitivo.
  • Una lesión aguda, como una caída, puede desgarrar el tendón tibial posterior o provocar su inflamación.

Cuadro clínico

Los signos y síntomas más comunes de la enfermedad son:

  • Dolor en la cara interna del pie y tobillo, lugar donde se localiza el tendón.
  • Dolor que empeora con la actividades como correr.
  • Problemas para caminar o estar de pie durante mucho tiempo.
  • Pérdida de la movilidad del tobillo afectado.

Exploración física

Después de preguntar sobre sus antecedentes de importancia, su ortopedista le preguntará acerca de sus síntomas, cuando iniciaron y con qué movimientos se agravan.

Su ortopedista también valorará la conformación de su arco plantar del pie, para ver si existe alteraciones del mismo.

Posteriormente, realizará un examen de ambos pies y tobillos, realizando diversas maniobras y valorando la presencia de algunos signos que sirven para valorar varios diagnósticos diferenciales.

Su ortopedista podría pedirle que se pare de puntas con el pie del lado afectado. Cuando existe disfunción del tendón tibial posterior hay dolor e incapacidad para realizar esto.

Pruebas de imagen

  • Radiografías. Proporcionan imágenes de estructuras densas, como el hueso. Son útiles para descartar otras causas de dolor o para planear su cirugía, en caso de que sea necesaria.
  • Resonancia magnética. Produce imágenes de tejidos blandos como los tendones y los músculos. Es útil cuando exista duda del diagnóstico.
  • Tomografía computarizada. Produce mejores imágenes que las radiografías del pie y el tobillo.
  • Ultrasonido. En el se puede observar el tendón tibial posterior y valorar su movilidad en tiempo real.

Tratamiento conservador

En la mayoría de los pacientes habrá mejoría con tratamiento conservador. El dolor puede durar más de 3 meses incluso con tratamiento temprano, pudiendo llegar hasta 6 meses, dependiendo de cuánto tiempo estuvo son tratamiento. El tratamiento en:

  • Descanso. Disminuir o detener las actividades que empeoran el dolor es el primer paso.
  • Hielo. Aplicar hielo en el área más dolorosa po 20 minutos a la vez, 3 o 4 veces al día para reducir la inflamación.
  • Antiinflamatorios no esteroideos. Medicamentos como ibuprofeno o naproxeno, reducen el dolor y la inflamación.
  • Inmovilización. Una bota de yeso corta o una bota tipo Walker permite que el tendón descase y la inflamación disminuya.
  • Ortesis. La mayoría de la gente mejora con ayuda de plantillas y aparatos ortopédicos.
  • Terapia física. La terapia física puede ayudar a los pacientes con enfermedad leve a moderada.
  • Inyección de esteroides. La cortisona es un antiinflamatorio que su ortopedista puede inyectar alrededor del tendón.

Tratamiento quirúrgico

La cirugía sólo debe realizarse si el dolor no mejora después de 6 meses de tratamiento conservador adecuado. El tipo de cirugía depende de la localización y la gravedad de su lesión.

Las diversas opciones de cirugía del tendón tibial posterior son:

  • Elongación del tendón de Aquiles
  • Tenosinovectomía
  • Transferencia de Tendón
  • Osteotomía
  • Artrodesis

La mayoría de los pacientes tienen buenos resultados con la cirugía. Cuanto más grave sea el problema, más largo será el tiempo de recuperación y menos probable será que un paciente pueda regresar a los deportes que previamente practicaba. En muchos caso, pueden pasar 12 meses antes de que haya mejoría en el dolor.

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Hospital Zambrano Hellion, Batallón de San Patricio 112, Col. Real San Agustín 66278, San Pedro Garza García, N.L., México.

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