ARTRITIS DE LA RODILLA

La artritis es la inflamación de una o más de sus articulaciones. Cualquier articulación en el cuerpo puede verse afectada por la enfermedad, pero es más común en la rodilla.

Es una causa importante de discapacidad grave para muchas personas.

Los tipos más comunes de artritis son la osteoartritis y la artritis reumatoide, pero hay más de 100 formas diferentes.

 

Anatomía

Tres huesos se unen para formar la articulación de la rodilla:

 

  • El fémur, el hueso del muslo.
  • La tibia, el hueso más grande de la pierna.
  • La rótula, un hueso en forma de concha que cubre la superficie frontal de la articulación de la rodilla. Sirve como sitio de anclaje para los músculos del muslo.

 

Los extremos de estos tres huesos están cubiertos de cartílago articular, una sustancia que protege y reduce la fricción de estos huesos mientras se flexional o extiende la rodilla.

En la superficie articular de la tibia también están los meniscos, estructuras en forma de cuña que están formadas de cartílago que actúan como «amortiguadores» entre el fémur y la tibia, además de dar estabilidad a la articulación de la rodilla.

Los huesos de la rodilla están conectados entre ellos por varios ligamentos. Estos actúan como cuerdas de tensión para mantener los huesos en su lugar y dar estabilidad a la rodilla.

Hay cuatro ligamentos principales en la rodilla:

 

  • Ligamentos colaterales medias y lateral
  • Ligamentos cruzados anterior y posterior

 

La articulación de la rodilla está rodeada por una membrana, llamada membrana sinovial. Esta membrana produce el líquido sinovial, que lubrica el cartílago y reduce la fricción.

 

Descripción

 

Los principales tipos de artritis que afectan a la rodilla son la osteoartritis, la artritis reumatoide y la artritis postraumática.

 

Osteoartritis

 

  • La osteoartritis es la forma más común de artritis en la rodilla. Es una artritis degenerativa que ocurre comúnmente en personas mayores de 50 años de edad.
  • En la osteoartritis, el cartílago en la articulación de la rodilla desaparece gradualmente. Esto puede causar fricción entre los huesos de la rodilla y producir espolones óseos y dolor que aumenta de forma progresiva con el tiempo.

 

Artritis reumatoide

 

  • La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta las articulaciones del cuerpo, incluyendo la rodilla.
  • En la artritis reumatoide, la membrana sinovial que cubre la articulación comienza a inflamarse, lo que resulta en dolor de rodilla y rigidez.
  • La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, que significa que el sistema inmune ataca sus propios tejidos, como la membrana sinovial.

 

Artritis postraumática

 

La artritis postraumática es una forma de artritis que se desarrolla después de una lesión traumática de la rodilla. Por ejemplo, una fractura, una lesión de menisco o de algún ligamento.

 

Clínica

 

Los sintomas más comunes de la artritis de rodilla son:

 

  • Dolor e inflamación de la rodilla, generalmente progresivos.
  • Rigidez de la rodilla, lo que dificulta flexionar y extender la rodilla.
  • Según la causa, el dolor puede aumentan con el reposo o con el movimiento.
  • La rodilla puede crujir, tronar o hacer “clic” (crepitación).
  • Existe limitación funcional y de la calidad de vida.

 

Examen médico

 

Su ortopedista le preguntará sobre sus antecedentes, para después interrogar acerca de sus síntomas y realizar un examen físico, realizando diversas pruebas para tratar de identificar la causa de su dolor. Durante el examen físico, su ortopedista buscará:

  • Inflamación, aumento de temperatura o enrojecimiento de la rodilla
  • Hipersensibilidad de la rodilla
  • Medición de rangos de movimiento
  • Inestabilidad de la rodilla
  • Crepitación con movimiento
  • Dolor cuando apoya sobre su rodilla
  • Problemas con su forma de caminar
  • Cualquier signo de lesión de los músculos, tendones y ligamentos que rodean la rodilla
  • La afección de otras articulaciones (que sugiere una artritis reumatoide)

 

Pruebas de imagen

 

  • Rayos X. Las radiografías proporcionan imágenes de estructuras densas, como el hueso. Pueden ayudar a distinguir entre las diversas formas de artritis. En una rodilla con artritis pueden mostrar una disminución del espacio articular, cambios en el hueso y formación de espolones óseos (osteofitos).
  • Ocasionalmente, puede ser necesaria una resonancia magnética o una tomografía computarizada para valorar los tejidos blandos de la rodilla, como músculos o ligamentos.

 

Tratamiento conservador

 

El tratamiento inicial de la artritis de la rodilla es conservador. Las opciones de tratamiento son:

 

  • Modificaciones de su estilo de vida: evitar las actividades que agravan los sintomas, actividades de alto impacto (como correr o tenis), disminuir de peso
  • Terapia física. Con ayuda de un fisioterapeuta, varios ejercicios específicos pueden ayudar a aumentar la amplitud de movimiento y la flexibilidad, así como ayudar a fortalecer los músculos de la extremidad inferior.
  • Dispositivos ortopédicos. El uso de dispositivos como un bastón, rodilleras, el uso de zapatos especiales o plantillas puede ser útil.
  • Otros remedios. La aplicación de calor o frío, el uso de ungüentos o cremas para aliviar el dolor, el uso de vendas elásticas pueden proporcionar cierto alivio del dolor.
  • Medicamentos. Varios tipos de fármacos son útiles en el tratamiento de la artritis de la rodilla, según la causa de la misma:
    • Los analgésicos de venta libre y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos: paracetamol, meloxicam, celecoxib, diclofenaco, etc.
    • Los corticosteroides, como la cortisona, son potentes anti-inflamatorios que se pueden inyectar en la articulación, proporcionando alivio transitorio del dolor y reducción de la inflamación.
    • Los fármacos de la artritis reumatoide, como el metotrexato se utilizan para retardar la progresión de la enfermedad.
  • La viscosuplementación implica la inyección de sustancias en la articulación para mejorar la calidad del líquido articular y disminuir el dolor: Glucosamina y sulfato de condroitina.

 

Tratamiento quirúrgico

 

Su ortopedista puede recomendar la cirugía si no tiene mejoría con el tratamiento conservador. Las opciones quirúrgicas son:

  • Reemplazo total o parcial de la rodilla (artroplastia). Su ortopedista eliminará el cartílago y el hueso dañados y colocará una prótesis de rodilla para restaurar la función de su rodilla.
  • Artroscopia. Durante la artroscopia, su ortopedista realiza pequeñas incisiones y, con ayuda de una cámara e instrumentos en miniatura, puede diagnosticar y tratar problemas de las articulaciones. Solo se indica cuando la artritis se acompaña de una lesión adicional, como una lesión de menisco.
  • Injerto de cartílago. Una porción de cartílago sano puede obtenerse de un banco de huesos y tejidos para cubrir las zonas dañadas sin cartílago articular.
  • Sinovectomía. La membrana sinovial se elimina para reducir el dolor y la hinchazón.
  • Osteotomía.

 

Recuperación

 

Después de cualquier tipo de cirugía de rodilla, el tiempo de recuperación y la rehabilitación dependen del tipo de cirugía realizada.

Su médico puede recomendar terapia física para ayudarle a recuperar la fuerza en su rodilla y para restaurar los rangos de movimiento.

En la mayoría de los casos, la cirugía alivia el dolor y hace posible realizar las actividades de la vida diaria con más facilidad y comodidad.

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Hospital Zambrano Hellion, Batallón de San Patricio 112, Col. Real San Agustín 66278, San Pedro Garza García, N.L., México.

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